¿Qué diferencia existe entre unos rotuladores como los Promarker, con tinta basada en alcohol y colorantes; y los Liquitex, de pintura pigmentada? ¿Es lo mismo pintura que tinta pigmentada? Te explico éstas y otras cuestiones en este artículo.
Diferencia entre tintes y pigmentos
Para explicar la diferencia que existe entre un tinte y un pigmento se suele recurrir a un símil que los compara con sal y barro respectivamente.
Si añades una pequeña cantidad de sal a un vaso de agua y lo agitas bien, la sal se mezcla con el agua y se disuelve. Aunque dejes reposar la mezcla, la sal no se sedimenta. A esta mezcla la llamamos disolución o solución.
En el ejemplo anterior has usado un disolvente, el agua, que efectivamente ha disuelto las moléculas de sal (cloruro sódico). El agua ha roto los enlaces químicos que formaban los átomos de cloro y los de sodio. Lo que has conseguido es una mezcla homogénea a través de un cambio químico. Pues bien, los tintes o colorantes funcionan de esta manera.
Imagina ahora un lago de fondo arenoso con agua cristalina en calma. Si remueves el fondo con un palo, el agua se enturbia y se mezcla con la arena y el fango. Sin embargo, a diferencia del vaso de agua salada, aquí no se ha producido un cambio químico, sino físico.
En este caso, si esperas a que la mezcla repose, observarás que el barro vuelve a depositarse en el fondo. El agua queda de nuevo cristalina. En este caso hablamos de suspensión.
En una suspensión, los sólidos (arena, lodo) flotan sobre un líquido o vehículo (agua). La suspensión es pues la dispersión de un elemento sólido en un medio líquido. Y como ya habrás adivinado, éste es el ejemplo de pigmento.
En seguida vamos con algunos ejemplos prácticos pero antes, aquí tienes algunos pigmentos en polvo:
Ejemplos de tintes y pigmentos
La pintura plástica que usas para pintar las paredes de tu casa es una suspensión acrílica en la que están flotando pigmentos.
Las pinturas acrílicas de bellas artes como las pinturas al óleo consiguen el color a partir de pigmento en polvo. Los lápices para artistas polychromos o los Prismacolor también contienen pigmentos.
Por el contrario, los cosméticos usados para teñir el cabello contienen tintes. Las acuarelas líquidas más baratas también consiguen su color a partir de tintes. ¿Y la ropa? También la ropa se tiñe con la ayuda de tintes.
La tinta de los rotuladores Promarker, mencionados en la introducción, y también la de los Copic, contiene alcohol como disolvente y tintes (colorantes) para conseguir el color. Como verás en la siguiente sección, esto significa que si dejas los dibujos al sol, éste se comerá el color.
La resistencia a la luz de los tintes y colorantes
Los tintes (dyes en inglés) también son conocidos como colorantes. Los tintes no son resistentes a la deloración producida por la luz (radiación ultravioleta).
Como hemos visto, los tintes se combinan químicamente con el soporte. Para que esto suceda, el soporte tiene que ser compatible. Es decir: es imposible, por ejemplo, teñir un plástico no absorbente con un tinte. Pues bien, el sol tiene la capacidad de deshacer los enlaces químicos que forma el tinte con el soporte. Por eso decimos que el sol se come los colores.
Por el contrario, los pigmentos (pygments en inglés) son más caros pero también más resistentes a la luz solar. A diferencia de los tintes, los pigmentos no se combinan químicamente con el soporte, sino que quedan depositados sobre su superficie.
Con la imprimación adecuada, por ejemplo, puedes pintar un plástico usando pintura pigmentada. Por supuesto, debajo de la capa de pintura, el soporte conserva su color original.
Los pigmentos fotorresistentes de mejor calidad pueden tener una resistencia a la luz superior a los 100 años. Ni que decir tiene la importancia que esto tiene en el caso de las obras de arte.
Entonces, ¿son siempre mejores los pigmentos que los tintes? No siempre. Y en cierto sentido, no se deben comparar los rotuladores basados en tinte con los de pintura o tinta pigmentada, puesto que sería como comparar peras con naranjas. Pero ¿qué es la tinta pigmentada?
¿Qué es la tinta pigmentada?
El rotulador Staedtler pigment liner no contiene tinta basada en alcohol con colorantes y tampoco es de pintura. El depósito de su cuerpo contiene tinta pigmentada.
Pensemos en la tinta de una pluma estilográfica. En general, una tinta es fluida, aunque también hay tintas más densas, como la tinta de gel. También hay tintas de alta viscosidad, como la basada en aceite que usa el bolígrafo Bic Cristal.
Por el contrario, la pintura es más consistente y espesa. No haremos pasar a ésta por el plumín de la estilográfica, sino que la aplicaremos usando pinceles o brochas, por ejemplo. Pues bien, salvando las distancias, la tinta pigmentada vendría a ser una mezcla de ambas.
Una tinta pigmentada sigue siendo lo suficientemente fluida para poderla usar en un rotulador con punta de fibra o pincel. Sin embargo, está formulada con pigmentos. Esto significa que los trazos no son tan transparentes, como los de un rotulador de alcohol, sino que dejan una capa de pigmento sobre el papel. Pero, por supuesto, sin llegar al espesor de una pintura.
Cuáles son los mejores rotuladores: ¿tinta, pintura o tinta pigmentada?
En base a todo lo anterior, ¿cuáles son los mejores rotuladores? Esto es algo que depende de la técnica y de las necesidades del artista.
Los rotuladores basados en alcohol, por ejemplo, son los mejores para trabajar por capas y mezclar colores, gracias a su tinta de alta transparencia. En este caso, los dibujos deben ser conservados en portfolios y protegidos de la luz solar.
Por el contrario, los rotuladores de pintura son mucho más opacos y ofrecen las ventajas de una pintura acrílica, pero en formato de rotulador. Con ellos, por ejemplo, puedes pintar sobre papeles muy oscuros, como una cartulina negra. Las obras hechas con este tipo de rotulador tienen la máxima resistencia a la luz (similar a una pintura con óleos o acrílicos).
Finalmente, los rotuladores artísticos de tinta pigmentada, como los Pigment Markers de Winsor & Newton, por poner un ejemplo, te ofrecen algo intermedio. Es decir: el tacto de un rotulador pero la longevidad de una pintura. Son ideales, por tanto, para la conservación de obras artísticas.